LOS INICIOS
Ana Luisa Larraín García Moreno o “Lucha”, y la madre Inés de Jesús, priora del Monasterio del Espíritu Santo en Los Andes hicieron realidad la fundación del monasterio, que comenzó el 18 de mayo de 1918. Lucha entregó toda su herencia para edificarlo y se preocupó personalmente hasta de los últimos detalles, yéndose a vivir en él mientras se construía.
Junto a ellas emprendieron este desafío la madre Eufrasia de Jesús, carmelita descalza del monasterio de Los Andes; Elisa Santa María y la hermana María del Carmen, quien unos años antes soñó con la Santísima Virgen, que le decía que fuese carmelita en el Monasterio de la Santísima Trinidad de Valparaíso cuando este aún no existía. ( Testimonio de la Hna. Filomena de Jesús.)
El 17 de mayo Jesús Sacramentado vino a habitar al monasterio para esperar a sus elegidas. A petición del obispo monseñor Eduardo Gimper, se hizo una solemne procesión, presidida por el cura párroco de la Parroquia Sagrado Corazón del Cerro Barón, padre Alberto Munita Portales con alrededor de trescientas personas.
Al día siguiente, a las tres de la tarde, monseñor Eduardo Gimper procedió a la inauguración, puesta de clausura y toma de hábito de las hermanas que ese día ingresaban.
El monasterio era de estilo español, sólido y sobrio a la vez; en el centro de la huerta, el hermoso Cristo de tamaño natural y con una cruz de pino, que se veía desde todas las celdas, signo de que el centro es siempre ÉL.
La vida oculta comenzó a atraer jóvenes que con entusiasmo y generosidad abrazaban esta vida.
CONSTRUCCION DE LA CAPILLA
El monasterio se fue construyendo poco a poco. Edificar la capilla demoró más de diez años por la falta de recursos. En ella se reprodujo una pintura de la Santísima Trinidad que en un pequeño cuadro había pintado la hermana Teresa de la Trinidad (Lucha).
Los días 11 y 12 de junio de 1960 monseñor Raúl Silva Henríquez sdb bendijo la nueva capilla y consagró el altar
Después de 74 años de existencia, el monasterio se vio mermado por la escasez de vocaciones y la ancianidad de las hermanas, por lo que se pidió ayuda al Monasterio de San José de Santiago y al Monasterio del Sagrado Corazón de Viña del Mar. En junio de 1992 ambas comunidades enviaron cuatro hermanas, una de ellas para priora, la madre María Teresa del Niño Jesús, quienes estuvieron cuatro años para luego regresar a sus conventos.
REFUNDACION
La Asociación de Carmelitas Descalzas de Chile, en su primera asamblea en 1996, propuso ayudar a esta comunidad que así como con cinco hermanas comenzó a existir, parecía que con cinco se iba a extinguir.
En esta asamblea se encontraba el padre Felipe Saínz de Baranda ocd, quien se propuso hacer un nuevo intento de refundación de la comunidad.
La refundación comenzó el 27 de noviembre de 1996, con una Eucaristía que celebró monseñor Juan Barros, en ese entonces obispo auxiliar de la diócesis. En esta Eucaristía se leyó el decreto del Vaticano que nombraba Priora a la hermana Gladys de Lourdes procedente del Monasterio de Cristo Rey; venia acompañada de la Madre María de Jesús priora de dicho monasterio y además primera consejera de la Asociación de carmelitas Descalzas de Chile; a las hermanas ya integrantes de la comunidad se sumaron a este desafío la hermanas Marisol de la santa Faz del Monasterio de San Bernardo, Y la hermana María Teresa de Jesús Crucificado del Monasterio de San José
Así iniciamos esta nueva etapa. Uniendo lo nuevo con lo antiguo, la comunidad se ha ido configurando.
NUEVO MONASTERIO
En este escuchar al Espíritu, en el año 2000 la comunidad comenzó a plantearse la necesidad de un traslado. Luego de cinco años, este proyecto empezó a concretarse, iniciando un éxodo en el Monasterio de Carmelitas Descalzas del Sagrado Corazón y del Inmaculado Corazón de Viña del Mar, quienes nos acogieron durante dos años, mientras se vendía el antiguo monasterio y se iniciaba la compra y construcción del nuevo.
El 30 de septiembre de 2006 se puso la primera piedra. El 14 de diciembre de 2007 la comunidad llegó a habitar su nueva casa y el 3 de mayo del 2008 se hizo la inauguración oficial, la dedicación de nuestra capilla y la puesta de clausura. La Eucaristía la presidió nuestro Obispo Gonzalo Duarte sscc.
NUESTRO TRABAJO
El trabajo sencillo nos compromete con los más pobres a ganar nuestro sustento. Las hermanas contribuyen con sus dones y talentos a realizar las labores que se les confían, entre ellas la repostería, elaboración de bordados y cirios litúrgicos, hostias y ornamentos litúrgicos.